Este año, después de Filomena, el suelo ha recogido mucha más agua que en años anteriores. Las flores y plantas que habitan esta colorida estación se preparan próximas a la superficie, a que el astro Sol comience bañar la tierra con sus rayos de luz y calor. Ya aparecen las amapolas más abundantes que tiempo atrás por todos los cultivos, los árboles se muestran en todo su verde esplendor, millones de insectos polinizan flores de todo tipo y aves y otros animales campan por todo el entorno natural que explosiona después de unas buenas condiciones invernales, aunque queda la resaca en muchos campos de olivo, que no han conseguido sobrevivir a las gélidas temperaturas del ciclón.
Todo está mucho más vivo que otros años, la naturaleza no sabe de coronavirus, confinamientos, distancia social o vacunaciones… eso queda para el ser humano que se empeña en jugar a ser Dios en vez de valorar y cuidar lo que tiene a su alrededor…
Es justo hacerle un homenaje a todo lo que nos rodea, la belleza en estado puro, la vida en ebullición, el entorno que, sin nuestra presencia se abre camino sin consecuencia. El segundo portfolio del blog te lo dedico para que recapacites un momento en la vida del planeta.