Un año después de filomena

El día que empezaron los avisos de este gran temporal, en mi cabeza surgió una idea. Intentar captar para la historia, la fuerza con la que la naturaleza nos puede asolar, la cara amable aunque demoledora de un evento que quedará en la retina de muchas personas, como un hecho histórico, el primero de otros que posiblemente vendrán. Dejó paralizado a medio país durante más días de los que muchos hubieran pensado en un primer momento.

Después llega el trabajo, la planificación de la salida debe ser rápida, la elección de la configuración en cámara será crucial para capturar cada imagen en distintas horas de la noche, la madrugada, la soledad, el misterio… Y el resultado plasmado en la primera exposición «Un año después de Filomena».

Todo comienza con el cartel, fecha cerrada. La elección de las imágenes y el tipo de fuente se ha realizado con el máximo cuidado de plasmar el recuerdo de un pueblo manchego azontado por el temporal. Dos versiones distintas para adecuarlo tanto a la carterlería tradicional y varios tamaños, como para publicarlos en las redes sociales, dimensionado para adaptarlo a los espacios digitales y pantallas más pequeñas.

En raras ocasiones se puede disfrutar en estas tierras con un ambiente tan invernal como lo que nos dio Filomena, aunque bien es sabido en La Mancha, que los inviernos son muy fríos y secos.

He decidido que la historia contada desde la primera salida con las inclemencias del tiempo, frío, nieve, humedad, y el peligro que ello conlleva para cualquier aparato electrónico actual, queden impresas en un book, terminado en lino natural, con imágenes y textos en acabado mate para una mejor lectura sin reflejos.

Aquí se encuentra mi historia más personal del evento, en 32 páginas que guardan los momentos de este trabajo, una tarea de documentación de los lugares visitados, para conocer un poco más de su historia y ofrecer al lector la visión adecuada en cada fotografía que le acompañará en su lectura. Entregado, si así se requiere en una caja terminada en su exterior en lino natural al igual que el book y en piel negra en su interior, dejando en conjunto un documento acorde a la importancia de la cita.

Un evento de estas características merece un lugar especial para la exposición. Un antiguo hospital restaurado que ahora da utilidad a la capilla para este tipo de exposiciones, ha sido el espacio elegido. He pensado en la distribución de la exposición, intentando realizar un camino por la historia que cada imagen contará al asistente. Se ha tratado al máximo evitar el daño en las paredes restauradas de la capilla, por lo que la organización de la exposición, hemos optado por aprovechar antiguos puntos de cuelgue que se utilizaron en la capilla, mezclados con posición de cuadros en caballetes cubiertos en tela negra. Como puedes ver en las imágenes aportando un elegante ambiente a la sala y un recorrido amplio por la exposición con espacio suficiente para ambas zonas. Para terminar con una selección musical que permite la relajada visualización y recreación de la fotografía con cada trazo de historia contado en su descripción.

A continuación la galería de la exposición con la organización de la misma, inauguración y jornadas posteriores.

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